Para una limpieza rutinaria, después de ducharse, basta con enjuagar el plato con agua y asegurarse de tener una optima ventilación en en baño, suficiente para secar y ventilar la zona de ducha..
Para una limpieza cuidadosa, se debe enjuagar el plato con agua y jabón o algún otro producto no abrasivo especial para cuartos de baño, y limpiar con una esponja no demasiado dura, es decir, evita usar estropajos o cepillos de púas.
Evita el uso de productos de limpieza o desinfectantes con disolventes. Los productos abrasivos como amoniacos, salfumán,... no son muy recomendables, si los usas que sean diluidos en agua.
Hay productos naturales como el vinagre, el limón o el bicarbonato que tienen un alto poder desinfectante y desincrustante.
Mantén limpio el desagüe, quita restos de cabello u otros residuos y evita en la medida de lo posible que se cuelen por el sumidero. Hay desagües preparados para ser limpiados cómodamente.
Si tu plato ha sufrido un golpe, o tiene algún piquete o desconchón usa los kit de reparación que los diferentes fabricantes ponen a disposición de los clientes.
Como ves, estos sencillos pasos, llevados a cabo de manera constante, conseguirán mantener en buen estado tu plato de ducha.
Puedes ver nuestro artículo sobre los diferente modelos de platos de ducha aquí: http://www.blogbano.es/2012/12/tipos-platos-ducha.html
Puedes ver nuestro artículo sobre los diferente modelos de platos de ducha aquí: http://www.blogbano.es/2012/12/tipos-platos-ducha.html